(Políticos con guardaespaldas)
Cuando un funcionario de
gobierno, especialmente diputados y senadores, lo mismo que el gobernador y su
personal de confianza de cualquier nivel ocupa de guardaespaldas para transitar
por su país, por su entidad, en su municipio, mandan un pésimo mensaje a la
sociedad que gobiernan. No tienen confianza, temen por su vida. Saben del nivel
de inseguridad que existe y que se sienten secuestrables, vulnerables ante la
delincuencia que asola a la región donde habitan. En muchas fotos de los actos
de gobierno del mandatario sinaloense podemos ver a varios émulos de “Kevin
Costner” con lentes oscuros y rostro de “Terminator”, cuando los veo en las
gráficas no puedo dejar de recordar a Frank Armenta Espinosa, aquel escolta del
gobernador Mario López Valdez que fue ejecutado a principios de agosto de 2013.
Frecuentemente es común ver a políticos
sinaloenses ( alcaldes, diputados, senadores, gobernadores, secretarios,
directores y demás) rodeados de un fuerte dispositivo de seguridad.
¿A qué le temen los políticos?
Medios informativos publican que
el diputado local por el sexto distrito de Guasave, Ramón Barajas López tiene
tres policías municipales de guardaespaldas, escoltas pagados con dinero
público. El exalcalde, dice, sin tantita pena, que “él está dispuesto a prescindir
de los agentes que se le asignaron para su seguridad” y reconoce “que aceptó
que se le asignaran estos elementos de seguridad debido a que circula por
carretera de manera constante Y ALGUNAS
DE ESTAS VÍAS SON INSEGURAS” (¡Ja!) Tiene miedo.
Sólo por comparar, circula una
foto en las redes sociales del presidente de Uruguay, José Mujica manejando su
vochito color azul, solo, sin guardaespaldas. Mujica si confía y no tiene miedo
de que le hagan daño, no teme que lo secuestren y las vías carreteras de ese
país si son seguras. Quiero creer que todo aquel funcionario que necesita de
escoltas, gente que lo proteja de alguna agresión es que algo debe o tiene la
conciencia muy cochina, alguna maldad lo persigue.
¿A qué le temen los políticos?
Muchos hemos sido testigos de que
el mismo gobernador Mario López Valdez y su Secretario General, Gerardo Vargas
Landeros no viajan por las carreteras de Sinaloa, usan un helicóptero, incluso
lo emplean para proteger a su familia y ponen el aeronave propiedad del pueblo
sinaloense al servicio particular de sus amigos y en cada lugar que llegan los
esperan comandos enteros de guardaespaldas.
Fue a inicios del gobierno de
Malova cuando a Vargas Landeros escapó a un retén en las inmediaciones de Ruiz
Cortines, Guasave y, si mal no recuerdo, a sus escoltas se los llevaron, los
golpearon, les quitaron las armas, celulares e identificaciones y los
regresaron maltratados. Aquel atentado sentó un precedente para que el
principal funcionario, segundo en rango en el estado, se comprometiera a
terminar con este clima de inseguridad. Presumen que ya lo lograron y difunden
por todos los medios que en Sinaloa ya bajaron los índices delictivos de alto
impacto, pero no se bajan del helicóptero, siguen sacándole a transitar por las
carreteras.
Recuerdo también el caso de Jesús
Antonio Soto, escolta adscrito a la madre del ex gobernador de Sinaloa y
subsecretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación
(Sagarpa), Jesús Alberto Aguilar Padilla, fue herido de bala al resistirse a
ser despojado de un vehículo en Angostura. El subsecretario de Seguridad
Pública del estado, Héctor Manuel Castillo, dijo que EL ELEMENTO QUE PERTENECE A ESTA DEPENDENCIA SE ENCUENTRA COMISIONADO a la seguridad de la señora Consuelo
Padilla, quien radica en el municipio de Angostura. Si tanto le preocupa la
seguridad de su familia al exgobernador ¿por qué no paga con sus propios
recursos escoltas privados? Es muy cómodo abusar de los recursos públicos.
¿A qué le temen los políticos?
Está claro que en Sinaloa la clase
política vive temerosa de la presencia del crimen organizado. Resulta ofensivo
observar como en cada evento político los funcionarios se rodean de extraños
sujetos que cuidan de su seguridad.
¿Cuánto nos cuesta a los
sinaloenses cuidar a tanto político miedoso?
Los diputados como Ramón Barajas
y todos los funcionarios como él, no
quieren desembolsar de su fortuna el
pago de seguridad privada por una sencilla razón, cuestan mucho. Según un
estudio de Red Política, hace un año, un escolta certificado por la policía
federal llega a costar entre mil 465 a 2
mil 816 pesos diarios. El monto del pago puede variar de acuerdo con el rango
del agente encargado a su seguridad la cual puede ser en dos modalidades, para
funcionarios públicos o para personas o empresarios privados. Estos datos
también se pueden consultar en el Diario Oficial de la Federación.
Pero no, nunca van a acudir a
este recurso, es más fácil usar policías que ya están pagados con recursos
subsidiados, dineros públicos. A propósito de que ahora los 18 ayuntamientos verán
mermada la seguridad pública por los policías que dieron de baja al reprobar el
examen de control de confianza, es urgente que les quiten a todos esos funcionarios
miedosos los agentes que estando adscritos a las direcciones de seguridad
pública municipal se regresen a las calles a cumplir con sus obligaciones de
prestar seguridad a la ciudadanía y no andar protegiendo tanto funcionario vividor
que portan una charola influyente, pero tiene miedo (H.F)©
Fuente:
No hay comentarios:
Publicar un comentario