viernes, 24 de octubre de 2014

ÁNGEL DEL DEMONIO

Por Jorge Luis Montiel.

(“El Jaguar” arrinconado)

¿Se acuerdan? Observen bien la foto principal de este escrito, alrededor de la mesa, ahí están los culpables. Los mariachis cantan. Era una noche de viernes 13 de septiembre de 2013, mientras en la casa de gobierno de Chilpancingo, Guerrero, el gobernador Ángel Aguirre Rivero festejaba y abrazaba jubiloso a dos de sus predecesores: Rubén Figueroa Alcocer y René Juárez Cisneros, afuera la pertinaz lluvia del huracán “Manuel” destrozaba el patrimonio de los guerrerenses.

El caso más dramático fue en “La Pintada” comunidad rural localizada en el municipio de Atoyac de Álvarez en la región de la Costa Grande de Guerrero. El escurrimiento de tierra destruyó la mitad de la comunidad, quedaron sepultados un número indeterminado de viviendas y pobladores, muchos cuerpos no fueron encontrados, quedaron bajo las toneladas de lodo.

Es decir, mientras la desgracia sucedía afuera por la falta de previsión el ahora defenestrado, Aguirre Rivero, este festejaba con ricas viandas al son de la música del mariachi, con sus amigos especiales, aquellos que fueron sus cómplices desde que fue gobernador interino por el PRI de 1996 a 1999.

El politólogo alemán Max Weber afirmó en su obra “La política como vocación” que: “…quien hace política pacta con los poderes diabólicos que acechan al poder”. Al parecer eso fue lo que sucedió con el PRD y su alianza con Ángel Aguirre Rivero aquel 2010 cuando lo postularon como candidato al gobierno de Guerrero. Pactaron con el demonio. Pactaron con los demonios del infierno cuando postularon candidatos como José Luis Abarca.

Que absurdo, parece que el destino se confabula y la suma de circunstancias te lleva al lugar donde comenzaste. La historia política de Ángel Aguirre en el gobierno de Guerrero, inició cuando cubrió el interinato de Rubén Figueroa Alcocer, hijo del tristemente célebre Rubén Figueroa Figueroa, que gobernó la misma entidad de 1975 a 1981 y que se le recuerda por las persecuciones y desapariciones de estudiantes de la Universidad Autónoma de Guerrero.

Es decir, la salida de Figueroa Alcocer se debió a la fuerte presión social producto de aquella matanza de campesinos en Aguas Blancas y se ve obligado a renunciar en marzo de 1996. El entonces priísta Ángel Aguirre cubre el interinato, cierra el periodo hasta 1999. Hoy la historia le cobra la misma factura, marcado por el destino de su viejo amigo renuncia al gobierno de Guerrero debido a la presión social, producto ahora de la desaparición de 43 normalistas de Atyozinapa. Como bien afirma el periódico El Universal “Una matanza lo encumbró; una tragedia lo destruyó”.

Fuertes lazos de amistad lo unen a Aguirre Rivero con la familia Figueroa Alcocer, son cómplices políticos. Esta misma relación la tiene con el exgobernador René Juárez Cisneros, el mismo a quien cede la estafeta para que gobierne Guerrero a partir de 1999. Es decir, Rubén, Ángel y René forman el trio de priístas que controló el poder guerrerense por casi 15 años y sólo lo sueltan en el periodo de gobierno de Zeferino Torreblanca, para recuperarlo nuevamente en el 2011 y las cosas iban muy bien, el camino ya casi estaba listo para llevar a la candidatura a Armando Ríos Piter, “el Jaguar”, la preciada pieza electoral de la corriente política de “los Chuchos” de Nueva Izquierda del PRD, ahora hay que volver cuesta arriba en busca de la credibilidad.

Todo iba bien hasta que se destapa lo de Iguala. Sin duda que la violencia en Guerrero, la presencia del narco y el ajusticiamiento encuentran terreno fértil en los gobiernos priístas desde Rubén Figueroa padre, pasando incluso por el periodo de José Francisco Ruiz Massieu quien fuera ejecutado por la familia del “Capo di tutti capi”; Carlos Salinas de Gortari.

El PRD llega al gobierno de Guerrero con Zeferino Torreblanca Galindo en el 2005. A Zeferino se le recuerda  porque en su periodo se recrudecieron las desapariciones forzadas y los casos denunciados rebasaron a las cuatro administraciones priístas que le precedieron. Desde el inicio de su mandato, lidió con niveles muy elevados de delincuencia organizada, en especial el narcotráfico. Al respecto a Torreblanca se le recuerda por aquella frase temerosa que dijo: “Ni quiero, ni puedo, ni tengo que combatir el narcotráfico”.

Es decir,  los dos gobiernos perredistas el de Torreblanca y el de Aguirre, no pudieron, ni quisieron combatir al narcotráfico. La violencia se les salió de las manos y para acabarla de joder, los narcos se metieron a políticos y tomaron el poder a través de las urnas con la complicidad del PRD. Eso lo sabía “el Ángel del demonio”, estaba bien enterado. Si alguien recibe información selecta en las entidades es el mandatario, de otra forma es un inútil y eso no lo exime de culpa.

Decía líneas arriba que todo iba bien. Hoy se les complica el camino a “Los Chuchos” del PRD. Su carta fuerte para la candidatura al gobierno de Guerrero sigue siendo el senador Armando Ríos Piter. Un joven político que, en su momento, se hizo a un lado para facilitar la postulación de Ángel Aguirre en el 2010. Ríos Piter tiene sus principales nexos de poder en Guerrero con los mismos amigos de Aguirre Rivero, es decir, René Juárez y Figueroa Alcocer respaldan las aspiraciones de “el Jaguar”.

Uno de los cuestionamientos que se le puede hacer al PRD en Guerrero es la alianza que hicieron con “el Ángel del demonio”. Es necesario volver sobre las relaciones del pasado, aquellas que los ligan necesariamente con lo malo. No creo que a Ríos Piter le convenga que lo sigan relacionando con amistades como los Figueroa Alcocer. Además, Aguirre Rivero debe saber lo importante que es mantenerse alejado del PRD. Ahí están las fotos, imágenes que hablan de fuertes afectos.

La renuncia del expriísta Ángel Aguirre, no soluciona el verdadero problema, primero encontrar a los 43 estudiantes normalistas y luego recuperar la credibilidad ciudadana en los políticos perredistas, me parece más factible lo primero. Encontrar a los estudiantes es importante, especialmente con vida, si llegasen a aparecer muertos, la ciudadanía seguramente mandará al infierno al PRD (H.F) ©

Fuentes de consulta:


Al centro en la mesa el gobernador Ángel Aguirre, a su izquierda Rubén Figueroa Alcocer y a su derecha René Juárez Cisneros. Ríos Piter de corbata verde y con lentes. Era un viernes 13.

Al centro de la mesa Ángel Aguirre, a su derecha Rubén Figueroa Alcocer, a su izquierda René Juárez Cisneros y enseguida Ríos Piter "el Jaguar".

René, Ángel y Rubén

Ángel Aguirre y Armando Ríos Piter, se levantan los brazos en señal de triunfo

"Los Chuchos", Jesús Zambrano, Ángel Aguirre y Carlos Navarrete, este último actual dirigente del PRD. Atrás "el Jaguar" Ríos Piter

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