Por Jorge Luis Montiel.
(“El Jaguar” arrinconado)
¿Se acuerdan? Observen bien la
foto principal de este escrito, alrededor de la mesa, ahí están los culpables.
Los mariachis cantan. Era una noche de viernes 13 de septiembre de 2013, mientras
en la casa de gobierno de Chilpancingo, Guerrero, el gobernador Ángel Aguirre
Rivero festejaba y abrazaba jubiloso a dos de sus predecesores: Rubén Figueroa
Alcocer y René Juárez Cisneros, afuera la pertinaz lluvia del huracán “Manuel” destrozaba
el patrimonio de los guerrerenses.
El caso más dramático fue en “La
Pintada” comunidad rural localizada en el municipio de Atoyac de Álvarez en la
región de la Costa Grande de Guerrero. El escurrimiento de tierra destruyó la
mitad de la comunidad, quedaron sepultados un número indeterminado de viviendas
y pobladores, muchos cuerpos no fueron encontrados, quedaron bajo las toneladas
de lodo.
Es decir, mientras la desgracia
sucedía afuera por la falta de previsión el ahora defenestrado, Aguirre Rivero,
este festejaba con ricas viandas al son de la música del mariachi, con sus
amigos especiales, aquellos que fueron sus cómplices desde que fue gobernador
interino por el PRI de 1996 a 1999.
El politólogo alemán Max Weber
afirmó en su obra “La política como vocación” que: “…quien hace política pacta
con los poderes diabólicos que acechan al poder”. Al parecer eso fue lo que
sucedió con el PRD y su alianza con Ángel Aguirre Rivero aquel 2010 cuando lo
postularon como candidato al gobierno de Guerrero. Pactaron con el demonio.
Pactaron con los demonios del infierno cuando postularon candidatos como José
Luis Abarca.
Que absurdo, parece que el
destino se confabula y la suma de circunstancias te lleva al lugar donde
comenzaste. La historia política de Ángel Aguirre en el gobierno de Guerrero, inició
cuando cubrió el interinato de Rubén Figueroa Alcocer, hijo del tristemente
célebre Rubén Figueroa Figueroa, que gobernó la misma entidad de 1975 a 1981 y
que se le recuerda por las persecuciones y desapariciones de estudiantes de la
Universidad Autónoma de Guerrero.
Es decir, la salida de Figueroa
Alcocer se debió a la fuerte presión social producto de aquella matanza de
campesinos en Aguas Blancas y se ve obligado a renunciar en marzo de 1996. El
entonces priísta Ángel Aguirre cubre el interinato, cierra el periodo hasta 1999.
Hoy la historia le cobra la misma factura, marcado por el destino de su viejo
amigo renuncia al gobierno de Guerrero debido a la presión social, producto
ahora de la desaparición de 43 normalistas de Atyozinapa. Como bien afirma el
periódico El Universal “Una matanza lo encumbró; una tragedia lo destruyó”.
Fuertes lazos de amistad lo unen
a Aguirre Rivero con la familia Figueroa Alcocer, son cómplices políticos. Esta
misma relación la tiene con el exgobernador René Juárez Cisneros, el mismo a
quien cede la estafeta para que gobierne Guerrero a partir de 1999. Es decir, Rubén,
Ángel y René forman el trio de priístas que controló el poder guerrerense por
casi 15 años y sólo lo sueltan en el periodo de gobierno de Zeferino
Torreblanca, para recuperarlo nuevamente en el 2011 y las cosas iban muy bien,
el camino ya casi estaba listo para llevar a la candidatura a Armando Ríos
Piter, “el Jaguar”, la preciada pieza electoral de la corriente política de “los
Chuchos” de Nueva Izquierda del PRD, ahora hay que volver cuesta arriba en
busca de la credibilidad.
Todo iba bien hasta que se
destapa lo de Iguala. Sin duda que la violencia en Guerrero, la presencia del
narco y el ajusticiamiento encuentran terreno fértil en los gobiernos priístas
desde Rubén Figueroa padre, pasando incluso por el periodo de José Francisco
Ruiz Massieu quien fuera ejecutado por la familia del “Capo di tutti capi”;
Carlos Salinas de Gortari.
El PRD llega al gobierno de
Guerrero con Zeferino Torreblanca Galindo en el 2005. A Zeferino se le
recuerda porque en su periodo se
recrudecieron las desapariciones forzadas y los casos denunciados rebasaron a
las cuatro administraciones priístas que le precedieron. Desde el inicio de su
mandato, lidió con niveles muy elevados de delincuencia organizada, en especial
el narcotráfico. Al respecto a Torreblanca se le recuerda por aquella frase
temerosa que dijo: “Ni quiero, ni puedo, ni tengo que combatir el narcotráfico”.
Es decir, los dos gobiernos perredistas el de
Torreblanca y el de Aguirre, no pudieron, ni quisieron combatir al
narcotráfico. La violencia se les salió de las manos y para acabarla de joder,
los narcos se metieron a políticos y tomaron el poder a través de las urnas con
la complicidad del PRD. Eso lo sabía “el Ángel del demonio”, estaba bien
enterado. Si alguien recibe información selecta en las entidades es el
mandatario, de otra forma es un inútil y eso no lo exime de culpa.
Decía líneas arriba que todo iba
bien. Hoy se les complica el camino a “Los Chuchos” del PRD. Su carta fuerte
para la candidatura al gobierno de Guerrero sigue siendo el senador Armando
Ríos Piter. Un joven político que, en su momento, se hizo a un lado para
facilitar la postulación de Ángel Aguirre en el 2010. Ríos Piter tiene sus
principales nexos de poder en Guerrero con los mismos amigos de Aguirre Rivero,
es decir, René Juárez y Figueroa Alcocer respaldan las aspiraciones de “el
Jaguar”.
Uno de los cuestionamientos que
se le puede hacer al PRD en Guerrero es la alianza que hicieron con “el Ángel
del demonio”. Es necesario volver sobre las relaciones del pasado, aquellas que
los ligan necesariamente con lo malo. No creo que a Ríos Piter le convenga que
lo sigan relacionando con amistades como los Figueroa Alcocer. Además, Aguirre
Rivero debe saber lo importante que es mantenerse alejado del PRD. Ahí están
las fotos, imágenes que hablan de fuertes afectos.
La renuncia del expriísta Ángel
Aguirre, no soluciona el verdadero problema, primero encontrar a los 43
estudiantes normalistas y luego recuperar la credibilidad ciudadana en los
políticos perredistas, me parece más factible lo primero. Encontrar a los
estudiantes es importante, especialmente con vida, si llegasen a aparecer
muertos, la ciudadanía seguramente mandará al infierno al PRD (H.F) ©
Fuentes de consulta:
![]() |
Al centro en la mesa el gobernador Ángel Aguirre, a su izquierda Rubén Figueroa Alcocer y a su derecha René Juárez Cisneros. Ríos Piter de corbata verde y con lentes. Era un viernes 13. |
![]() |
Al centro de la mesa Ángel Aguirre, a su derecha Rubén Figueroa Alcocer, a su izquierda René Juárez Cisneros y enseguida Ríos Piter "el Jaguar". |
René, Ángel y Rubén |
![]() |
Ángel Aguirre y Armando Ríos Piter, se levantan los brazos en señal de triunfo |
![]() |
"Los Chuchos", Jesús Zambrano, Ángel Aguirre y Carlos Navarrete, este último actual dirigente del PRD. Atrás "el Jaguar" Ríos Piter |
No hay comentarios:
Publicar un comentario