sábado, 18 de octubre de 2014

IMSS, METÁSTASIS SINDICAL

(Células cancerosas de familias en el SNTSS) 

En el reciente informe que rindiera el Director General del IMSS, Doctor José Antonio González Anaya, presumió que en dos años lograron “frenar el ominoso deterioro financiero”, pero admite que “la situación del instituto sigue siendo precaria” (¿?) en ninguna parte del documento encontramos la causa de esa “precariedad”.

Al informe acudió el dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social, Manuel Vallejo Barragán, obligada su presencia, nada cuestionó el director general de la depredación financiera que ocasionan familias de la dirigencia sindical de la cual da cuenta el periódico “El Universal” en su nota del día viernes 17 de octubre, tres días después del “precario y ominoso” informe de González Anaya.

Entendemos las razones del litúrgico informe, Vallejo Barragán, el fuliginoso personaje acude a la ceremonia investido del poder protector que le da Peña Nieto y el cómplice  “Doctor” en economía quien en su pergeñado documento lo adornó con las siguientes palabras: “Extiendo mi más amplio reconocimiento y agradecimiento al Doctor Manuel Vallejo…bla…bla…bla”

El periódico “El Universal” denuncia a líderes del sindicato del IMSS que tienen a sus hijos en nómina con sueldos que van de los 15 mil a los 30 mil pesos mensuales, no importando que no tenga el perfil para el puesto.

El nepotismo es un abuso de poder. Estoy convencido que “la precariedad” del IMSS se encuentra en el SNTSS, los altos sueldos y ofensivas prestaciones de las familias y recomendados medra con la salud financiera del instituto.

Eso no se dijo en el engolado informe, aunque “el doctor” que no es médico sino economista de Harvard trate de acomodar los números, de lo cual es especialista,  para aminorar el dolor agudo que carcome el interior del instituto. La metástasis sindical no nace con Manuel Vallejo, tiene su antecedente en Valdemar Gutiérrez Fragoso, quien deja el cargo por razones de salud luego de reformar el estatuto para prolongar el mandato de cuatro a seis años, es decir  Vallejo Barragán le queda piola hasta el 2018 y con seguridad buscará su reelección. 

En la nota del medio informativo podemos leer que sólo familias de Manuel Vallejo y dos de sus secretarios  gremiales le cuestan al IMSS Un Millón 700 mil pesos al año. A lo anterior habría que sumar otra cantidad igual o más alta con la familia que dejó acomodada Valdemar Gutiérrez, de esto da cuenta “El Universal” al mencionar nombres de hijos, hermanos y todos los parientes que usted se puede imaginar. La nota informa sólo de estas familias de altos dirigentes sindicales, imagínense si hablamos de los 37 secretarios generales seccionales en el país donde seguramente se replica el comportamiento nepótico de su líder sindical. Habría que indagar con el doctor Jesús Adrián Manjarrez Lafarga de la Sección XI de Sinaloa.

Las familias y recomendados de los líderes sindicales se han convertido en células cancerosas. La metástasis se propaga a otros órganos internos del cuerpo putrefacto del IMSS. Es un fenómeno invasivo que migra y penetra partes saludables y las echa a perder, las pudre. Esta es la razón por  lo que no creo que  el Doctor José Antonio González Anaya haya frenado en verdad “el ominoso deterioro”.

Basados en el perfil académico del veracruzano, este presenta un informe muy ad hoc, propio de quien observa el problema en la frialdad del número y escatima en su “balance favorable” la merma, la depredación financiera que causan las familias de los dirigentes sindicales.

Peña Nieto acudió al informe y se dejó engomar el copete con la saliva de González Anaya. No es cierto que el IMSS ya no es el de antes, no es cierto que ya se atrevió a cambiar como dijo al final de su informe el priísta, esas son mentiras.

El funcionario encuentra la razón del deterioro financiero solamente en “las transiciones demográficas y epidemiológicas de nuestra población, agravadas por el crecimiento de la nómina de Pensiones y por rigideces administrativas”. Eso es todo, le saca la vuelta a la depredación financiera que ocasiona el sindicato con la consecuente perversión en la calidad de los servicios.

Quienes acudimos con frecuencia a recibir atención médica sabemos que el servicio deja mucho que desear. No se trata de casos especiales ni de pacientes con influencias, se trata del servicio en general que el sistema presta. Insisto estoy hablando del sistema, el mismo que nos arrincona a recibir tratos degradantes en cualquier sala de urgencias o en las farmacias del IMSS donde no encuentras medicamentos propios para la enfermedad o tú dolencia.

El mismo economista José Antonio González lo reconoce en su informe al afirmar que “Obtener la medicina necesaria es de los aspectos que más valoran las familias, porque les permite enfrentar la emergencia y atender el cuidado propio o de un ser querido. De nada sirve un buen diagnóstico si no se tiene el medicamento indicado”.

Este es un problema estructural, el de mayor recurrencia quizás. Sabemos que el abasto oportuno de medicamentos ha caído debido a la insolvencia financiera del instituto. Se impone la necesidad de que si en verdad quieren que el IMSS cambie comiencen a pensar más en el derechohabiente y terminar con el influyentismo sindical, el favoritismo de familias de recomendados que agazapados en la impunidad medran con la salud de una institución que se encuentra en fase terminal, el tumor canceroso sigue ahí, en la dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social.(H.F)©

Fuente de consulta:



Presentación del Informe de labores 2013 y programa de actividades 2014 del Director General del Instituto Mexicano Del Seguro Social (IMSS), Doctor José Antonio González Anaya

El dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social, Manuel Vallejo Barragán

Cartón de Eko publicado en la nota que se comenta de "El Universal" .

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