(Células cancerosas de familias
en el SNTSS)
En el reciente informe que
rindiera el Director General del IMSS, Doctor José Antonio González Anaya,
presumió que en dos años lograron “frenar
el ominoso deterioro financiero”, pero admite que “la situación del instituto sigue siendo precaria” (¿?) en ninguna
parte del documento encontramos la causa de esa “precariedad”.
Al informe acudió el dirigente
del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social, Manuel Vallejo
Barragán, obligada su presencia, nada cuestionó el director general de la
depredación financiera que ocasionan familias de la dirigencia sindical de la
cual da cuenta el periódico “El Universal” en su nota del día viernes 17 de
octubre, tres días después del “precario
y ominoso” informe de González Anaya.
Entendemos las razones del
litúrgico informe, Vallejo Barragán, el fuliginoso personaje acude a la
ceremonia investido del poder protector que le da Peña Nieto y el cómplice “Doctor” en economía quien en su pergeñado
documento lo adornó con las siguientes palabras: “Extiendo mi más amplio reconocimiento y agradecimiento al Doctor
Manuel Vallejo…bla…bla…bla”
El periódico “El Universal”
denuncia a líderes del sindicato del IMSS que tienen a sus hijos en nómina con
sueldos que van de los 15 mil a los 30 mil pesos mensuales, no importando que
no tenga el perfil para el puesto.
El nepotismo es un abuso de
poder. Estoy convencido que “la
precariedad” del IMSS se encuentra en el SNTSS, los altos sueldos y
ofensivas prestaciones de las familias y recomendados medra con la salud
financiera del instituto.
Eso no se dijo en el engolado
informe, aunque “el doctor” que no
es médico sino economista de Harvard trate de acomodar los números, de lo cual
es especialista, para aminorar el dolor
agudo que carcome el interior del instituto. La metástasis sindical no nace con
Manuel Vallejo, tiene su antecedente en Valdemar Gutiérrez Fragoso, quien deja
el cargo por razones de salud luego de reformar el estatuto para prolongar el
mandato de cuatro a seis años, es decir
Vallejo Barragán le queda piola hasta el 2018 y con seguridad buscará su
reelección.
En la nota del medio informativo
podemos leer que sólo familias de Manuel Vallejo y dos de sus secretarios gremiales le cuestan al IMSS Un Millón 700 mil pesos al año. A lo
anterior habría que sumar otra cantidad igual o más alta con la familia que
dejó acomodada Valdemar Gutiérrez, de esto da cuenta “El Universal” al
mencionar nombres de hijos, hermanos y todos los parientes que usted se puede
imaginar. La nota informa sólo de estas familias de altos dirigentes
sindicales, imagínense si hablamos de los 37 secretarios generales seccionales
en el país donde seguramente se replica el comportamiento nepótico de su líder
sindical. Habría que indagar con el doctor Jesús Adrián Manjarrez Lafarga de la
Sección XI de Sinaloa.
Las familias y recomendados de
los líderes sindicales se han convertido en células cancerosas. La metástasis
se propaga a otros órganos internos del cuerpo putrefacto del IMSS. Es un
fenómeno invasivo que migra y penetra partes saludables y las echa a perder,
las pudre. Esta es la razón por lo que
no creo que el Doctor José Antonio
González Anaya haya frenado en verdad “el ominoso deterioro”.
Basados en el perfil académico
del veracruzano, este presenta un informe muy ad hoc, propio de quien
observa el problema en la frialdad del número y escatima en su “balance favorable” la merma, la
depredación financiera que causan las familias de los dirigentes sindicales.
Peña Nieto acudió al informe y se
dejó engomar el copete con la saliva de González Anaya. No es cierto que el
IMSS ya no es el de antes, no es cierto que ya se atrevió a cambiar como dijo
al final de su informe el priísta, esas son mentiras.
El funcionario encuentra la razón
del deterioro financiero solamente en “las
transiciones demográficas y epidemiológicas de nuestra población, agravadas por
el crecimiento de la nómina de Pensiones y por rigideces administrativas”.
Eso es todo, le saca la vuelta a la depredación financiera que ocasiona el
sindicato con la consecuente perversión en la calidad de los servicios.
Quienes acudimos con frecuencia a
recibir atención médica sabemos que el servicio deja mucho que desear. No se
trata de casos especiales ni de pacientes con influencias, se trata del
servicio en general que el sistema presta. Insisto estoy hablando del sistema, el
mismo que nos arrincona a recibir tratos degradantes en cualquier sala de
urgencias o en las farmacias del IMSS donde no encuentras medicamentos propios
para la enfermedad o tú dolencia.
El mismo economista José Antonio
González lo reconoce en su informe al afirmar que “Obtener la medicina necesaria es de los aspectos que más valoran las
familias, porque les permite enfrentar la emergencia y atender el cuidado
propio o de un ser querido. De nada sirve un buen diagnóstico si no se tiene el
medicamento indicado”.
Este es un problema estructural, el
de mayor recurrencia quizás. Sabemos que el abasto oportuno de medicamentos ha
caído debido a la insolvencia financiera del instituto. Se impone la necesidad
de que si en verdad quieren que el IMSS cambie comiencen a pensar más en el
derechohabiente y terminar con el influyentismo sindical, el favoritismo de
familias de recomendados que agazapados en la impunidad medran con la salud de
una institución que se encuentra en fase terminal, el tumor canceroso sigue
ahí, en la dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro
Social.(H.F)©
Fuente de consulta:
![]() |
Presentación del Informe de labores 2013 y programa de actividades 2014 del Director General del Instituto Mexicano Del Seguro Social (IMSS), Doctor José Antonio González Anaya |
![]() |
El dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social, Manuel Vallejo Barragán |
![]() |
Cartón de Eko publicado en la nota que se comenta de "El Universal" . |
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