Por Jorge Luis Montiel.
Las recientes declaraciones del
Procurador General de Justicia de Sinaloa, Marco Antonio Higuera Gómez, son por decir lo menos, una maldita
charada. A mí no me preocupa en lo más mínimo
que un funcionario de cualquier nivel se haga tarugo solo, el problema es que
el infecto espécimen quiera vernos la cara.
Voy directo a la noticia para
decirles de que hablo. Luego del enfrentamiento que se suscitara en Santa María
del Oro, Nayarit el domingo 13 de octubre en la madrugada en una boda donde
estaban narcodelincuentes protegidos por policías y expolicías ahora
convertidos en sicarios, matones a sueldo, que fueron aprehendidos luego de que
fuerzas castrenses reventarán el festejo, brota podredumbre que tiene su origen
en Guasave, esa mancha se llama Leocadio Cabrera, el mismo que por 14 años
trabajó en la corporación municipal.
Alguien ya lo sabía, estaban bien
informados de la clase de ficha negra que era Leocadio y se quedaron callados.
El silencio hubiera llegado más lejos, pero al descubrirse el nombre del
personaje, la cosa cambia, ahora hay que salir a lavarse la cara y eso fue lo
que hizo el abogado oficial del gobierno del estado, quien dice que “mantenía
una investigación contra Leocadio Cabrera por nexos con el crimen organizado
luego del asesinato de militares aquel 30 de enero del 2012 en pleno centro de
la ciudad de Guasave”.
Luego afirma el procurador que “la
dependencia a su cargo ya tenía indicios de que Leocadio Cabrera Delgado, tenía
vínculos con el crimen”. Insisto, alguien ya lo sabía y se quedó callado.
Sin embargo la secuela de
Leocadio tiene que buscarse también en aquellas emboscadas del 6 de marzo, la
del 26 de mayo y la del 15 de julio del 2011, todas tuvieron trágicas
consecuencias, pero alguien quiere seguirlas ocultando con los polvos malditos
de la impunidad.
Que Marco Antonio Higuera salga
con la nota de que él ya lo sabía, no digamos que sospechaba o investigaba,
pues de aquel enfrentamiento con los militares el 30 de enero del 2012 a la
fecha han pasado un año con 9 meses y de no haber sido porque reventaron esa
boda en Samao Nayarit, pues hubiera tardado un poco más en brotar la purulencia
de un expolicía municipal que por muchos años fue el encargado de la seguridad
de los guasavenses.
Es decir, mucho tiempo ha trascurrido,
el suficiente para saber que la gira artística de Leocadio tiene su ruta en
caminos y veredas que salen de Guasave. Sin duda que mucho daño ha ocasionado
Leocadio, pero más dañinos son aquellos que sabiendo quien es Cabrera Delgado
se quedaron callados, por hoy es todo, soy Jorge Luis Montiel (H.F) ©
Escucha al columnista aquí:
La detención de Leocadio Cabrera aquel 30 de enero del 2012
Leocadio Cabrera cuando estaba como Director de General de la Policía Municipal y Tránsito de Guasave.
Marco Antonio Higuera Gómez, Procurador General de Justicia de Sinaloa
Huellas fatales de aquellas emboscadas del 2011
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